Iré al grano. Si hasta ahora en este blog solo he tratado películas decentes o que me han gustado esta estaría entre las peores vistas este 2010. La historia no hay por donde cogerla y los protagonistas son pésimos actores en papeles estereotipados a más no poder.
Y eso de entrada. La trama se cuenta rápido. Un grupo de jóvenes está trabajando un antiguo búnker militar que piensan reabrir como discoteca. De pronto el DJ yonki del grupo toca un botón por error y las puertas del garito se cierran quedándo bloqueadas. Mientras intentan encontrar una salida se van topando con que el lugar está plagado de antiguas trampas y que tendrán que superar sus peores temores para escapar con vida.
Contado así y visto el tráiler suena cuanto menos prometedor. Pero el desarrollo es un desastre plagado de situaciones inverosímiles y diálogos sin sentido. La cosa, por momentos apunta a momentos de cierta tensión, pero toda pequeña esperanza de salvación, queda estropeada por un final de los peores que he visto, con un giro final que es un auténtico timo por ridículo. En fin, verla es una pérdida de tiempo y lo único bueno que tiene es que apenas dura una hora y veinte.
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