lunes, 11 de enero de 2010

Dejame entrar (2009) de Tomas Alfredson


Cuando uno se enfrenta a la adaptación al cine de una novela tiene que tener en cuenta una serie de reglas. La primera y más importante es que es imposible adaptar con total fidelidad una novela extensa y resumirla en el metraje que dure un film, sin saltarse ninguna parte.

Teniendo en cuenta esto, y a pesar de su cuidada fotografía, ambientación y elección de los temas musicales, como adaptación me ha decepcionado. Tras su visionado me ha quedado la sensación obicua de que no ha sabido exprimir las virtudes de la novela. Pero vamos a matizarlo.

Empezaré por la parte positiva. Lo más destacable sin duda son los niños actores que encarnan a Oskar y a Eli. Él está muy bien en su papel de frágil pero astuto niño y ella está perfecta. Además entre los dos se establece una gran complicidad y se reservan para sus encuentros, los momentos mas tiernos y vibrantes del film.

Pero tras ellos, sorprende la poca importancia que se le da al resto de personajes, cuando en la novela juegan un papel fundamental. Y es este punto donde a mi parecer la pelicula pierde muchos enteros como adaptación. Quiere contar la misma historia que la novela, la misma sucesión de echos, pero por el camino se obvian demasiados detalles imprescindibles y momentos necesarios que resultan claves para entender que es lo que impulsa a los personajes a actuar o reaccionar de cierta manera. Y esto hace que por momentos parezca que avanza a trompicones. Pasa muy por encima de momentos importantes y apenas profundiza en la relación entre el resto de personajes, lo que no ayuda a entender la complicidad que en la novela si se establece entre ellos.
Esto influirá en que para alguien que no haya leido la novela resulte dificil entender algunas situaciones y se perderá es su significado.
Aun así, para nada es una mala pelicula, porque las virtudes del guión en el que se basa están ahí y la puesta en escena es excelente a pesar de tratarse de una producción limitada por haber estado rodada en Suecia.

Si tras mi anterior crítica y con ésta no os convencido de que leais la novela, almenos ver la pelicula porque merece la pena disfrutar de esta historia en cualquier formato.
Quizás quien se acerque a él sin prejuicios ni valoraciones previas, pueda disfrutarlo más. De echo es un film que vino precedido de muy buenas críticas y premios. Si a mi sabe a ligera decepción es porque quizás esperaba ver una adaptación más fiel de lo que era posible y que me conmoviera igual y en este caso no ha sido así.

Mención final para el doblaje. La vi en la versión española y me arrepiento. No sólo porque algunas voces me desentonen sino por traducciones tan nefasta y sin sentido como la de Eli, a la que según el doblaje se refiere como ¿Ili?. Y no tendría mayor importancia si el nombre de ella no guardara un secreto tan importante, aunque en la pelicula nisiquiera se trata.

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